Lo malo del fin de semana pasado fue la reacción química que se produjo sábado+domingo=despedida+resaca, es una combinación mortal, me pasé el sábado bebiendo cerveza, pero ésta solo es buena si se toma moderadamente, no vale hacer la media mensual; el domingo estaba malito, poco comer, mucho cenar, poco dormir, mucho beber... Este fin de semana toca boda el sábado (boda+deporte espero que sea), para el Domingo tengo partido, si no es así espero ir a correr y quemar un poco las calorías de la comilona, la verdad es que no se puede descansar muchos días seguidos, ni sobrepasarse con las comidas y bebidas. Hay que dar una rutina al cuerpo, algo de manera regular, porque las montañas rusas son peligrosas, y eso lo he notado esta semana, menos mal que no he ganado peso, lo peor es que me encuentro más cansado.
Copio un artículo sobre el corredor y la cerveza (extraído de www.runners.es)
¿Cerveza para correr mejor?
Por su composición, las propiedades de sus ingredientes, sus características organolépticas y su bajo contenido alcohólico, siempre tomada en cantidades moderadas, puede ser beneficiosa como favorecedora de una rápida y efectiva rehidratación. ¿Hace una cervecita?
Lo cierto es que en el ejercicio físico, especialmente el de carácter aerobico como el running, la cerveza aumenta de manera espectacular el consumo de oxígeno por el músculo. Se piensa actualmente que las agujetas y otras molestias musculares pueden tener este origen, siendo recomendable la ingesta de antioxidantes para prevenirlas. La cerveza es una bebida caracterizada por su elevado contenido en antioxidantes, por lo que se plantea que un consumo moderado después de la actividad física podría ser útil para permitir una mejor recuperación después del esfuerzo.
La cerveza forma parte de la denominada "Dieta Mediterránea" y en nuestro país es consumida mayoritariamente de forma responsable, muy vinculada al saludable rito del aperitivo y, cada vez más, a las comidas y las cenas. De hecho, recientemente, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria ha revisado su Pirámide de la Alimentación Saludable en la que se han incluido las bebidas fermentadas de baja graduación, como el vino, la cerveza o la sidra, de forma opcional y moderada.
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