domingo, 20 de junio de 2010

161º paso - Con alforjas y a Alalpardo

La de tiempo que hacía que no montaba en bici... El martes, después del último paso llevé la bici al taller y me pusieron los hierros traseros, unos guardabarros, me cambiaron las cámaras para poner unas antipinchazos, el neumático delantero y me hicieron varios ajustes. Tuve mucha suerte en llevarla ese día, porque durante la semana hizo muy mal tiempo, al menos para montar en bici, y no solo, también estuve con gastroenteritis, asi que menos mal que no esperé más tiempo porque me podía haber tirado 2 semanas sin tocarla.

Una vez con la bici en casa, esperé a recuperarme un poco, la verdad es que se pasa bastante mal, sobre todo comiendo arroz y pescado todos los días. Y fue el miércoles cuando la "re-estrené" para ir a trabajar. Por estos caminos, marcados por las ruedas de los tractores, se notaba mucho el transportin, tritritritritritri... pero es lo que hay. Durante 3 días he estado yendo al colegio así, disfrutando del paisaje, de las liebres y los gazapillos, las perdices, las rapaces... el estado de humor con que llego a clase es infinitamente mejor.

Hoy por fin he instalado las alforjas que me dejó Rocio y a pesar de la tentativa de recibir una hostia en directo por televisión (es porque han retransmitido la misa de aquí por La2), he preferido entrenar un poquillo. Parecía que hacía muy buen día, el sol se asomaba por la ventana mientras se oían las campanadas del reloj municipal. Eran las 10 cuando empezaba a preparar todo, hoy me ha costado mucho levantarme después de no dormir casi nada la noche del viernes, esa noche nos quedamos medio colegio a dormir allí, un muy buen entrenamiento para el Camino, aunque espero oir ronquidos en lugar de los "mago pis", toses y demás de los niños de mi clase, asi era imposible dormir...

En fin, he instalado las alforjas como buenamente he podido y las he ido llenando a ojo, he metido dos camisteas, unas botas, un pantalon, una sudadera, el saco de dormir, un par de cámaras y he colocado en medio la esterilla. Y con todo esto he salido de casa sin rumbo fijo.

Al tocer la primera calle ya me he tenido que parar porque no tenía bien sujetas las alforjas por la parte inferior. Luego he seguido por el polideportivo y me he ido dirección Algete por el lado complicado, aunque ha cambiado mucho desde la última vez que pasé, ahora ya no hay socabones en el camino, parece que los ha cubierto de tierra. Una vez subida la cuesta he ajustado de nuevo las alforjas y reatado la esterilla, y en lugar de ir para Algete he tirado hacia Alalpardo, aunque me daban ganas de volverme, menudo airazo.

Una vez allí he regresado por el mismo sitio, y por la m30 de tierra casi vuelco en un banco de arena, y unos metros más alante me doy cuenta que no llevaba la esterilla... asi que media vuelta y a buscarla, menos mal que no había ido muy lejos y otro biciclista que me cruzaba me decía donde estaba. Otra vez a atar todo bien y para casa pasando por Daganzo.

Al final me he recorrido hoy 32 km., menos de lo que pensaba, pero suficientes. He tardado 115 minutos y al llegar a casa he pesado las alforjas: 7,5 kg, algo menos de lo que recomiendan, por lo que intentaré no pasarme de 8 kilos cuando llegue el momento. Ahora mismo no se si meter más peso para entrenar con más y así no se me haga más duro el Camino. Ya veremos, porque las cuestas casi las subo haciendo caballitos.


Mi última adquisición para el Camino de Santiago

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