lunes, 10 de marzo de 2008

Noveno paso - Agujetas

La verdad es que hacía tiempo que no tenía esta sensación, no notaba agujetas desde hace bastante tiempo, tanto que ni me acuerdo. Salí a trotar jueves y viernes, siguiendo el plan, hice estiramientos+11' de carrera+estiramientos+11' de carrera+ estiramientos, no había que forzar, y he estado el sábado y parte del domingo con agujetas. Lo curioso en esta ocasión es que han sido en una parte muy concreta, otras veces han sido gemelos y cuadriceps, ahora podría decir que las he tenido en el biceps femoral, de la pierna izquierda no me extrañaría que es donde se produjo la lesión, pero de la derecha...

Habrá que ir aumentando el ritmo poco a poco, pero sin precipitarse, en vistas de que no puedo jugar al futbol, ni podré participar en la Intercampus, estoy viendo la posibilidad de un 10.000 en Abril, veremos como evoluciono y decidiré al respecto.

Me ha picado la curiosidad y he buscado algo de información sobre las agujetas, os copio la descripción que mejor se adapta a lo que he notado:

La clásica agujeta que aparece tras la práctica deportiva es una rotura de fibras musculares en su mínima expresión, afirma Franchek Drobnic, jefe del departamento de Fisiología de Alto rendimiento en San Cugat, Barcelona. Este dolor se debe a dos razones: porque la fibra muscular es débil y no es capaz de sostener el nivel de ejercicio, o bien porque se realiza un trabajo muscular cuando se está desentrenado y la fibra no es capaz de aguantarlo.

El dolor que caracteriza a las agujetas es producido por la rotura celular: los elementos citoplásmicos se vierten al exterior, estos tienen una serie de iones de calcio y de potasio que son elementos irritantes y muy dolorosos, lo que pone en marcha un mecanismo de inflamación, que llega a su punto máximo entre las 24 y las 48 horas.

Las zonas más afectadas por este dolor son las uniones musculares y los tendones cerca de las articulaciones, esto se debe a que la zona musculotendinosa es donde existen más fibras musculares débiles y más tensión. Las agujetas acaban con las fibras débiles, y las que consiguen aguantar la presión se van volviendo más fuertes.

Cuando un deportista baja su nivel de entrenamiento, muchas fibras musculares se atrofian, cuando comienza el entrenamiento las partes más débiles se rompen, se hace una selección de las mejores, como tenemos millones de fibras en cada músculo no hay problema.

Las agujetas son parte de un proceso de adaptación, lo único que se puede hacer para evitarlas es hacer ejercicio progresivo.

El frío es una manera de bajar la inflamación , pero no sólo de las agujetas sino de cualquier área lesionada o que se ha sobretrabajado, a veces basta con echar agua fría, o bien sumergir la articulación o la zona debilitada en un barreño con agua y algo de hielo.

Si ya se padecen las agujetas, el único modo de quitarlas es hacer los mismos ejercicios que las produjeron pero con una carga menor.

El nombre de las agujetas proviene de que se produce una cristalización del ácido láctico del músculo que ha trabajado, estos cristales se clavarían en el músculo como agujas al moverlo, la práctica de ejercicio disminuye el dolor, lo que hacía pensar que el calor diluía el lactato, esta teoría es falsa ya que el ácido láctico no se cristaliza a temperatura corporal ni a 5 grados bajo cero.

Para la recuperación de las agujetas lo mejor es una buena alimentación antes de realizar el ejercicio.


Noticia extraída del Diario médico, febrero del año 2002.

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