lunes, 5 de abril de 2010

150º paso - Despedida de la Semana 10

Semana Santa, año 2010 y 10 días de vacaciones bastante bien aprovechados, aunque podría haber sido mejor, pero también peor, asi que llegados a este punto no nos vamos a quejar. Lo foto de los calcetines que llevaba puestos el último día reflejan muy bien lo que ha sido la Semana Santa losareña este año, y por el gesto de Homer queda claro que lo que ha triunfado ha sido la cerveza, pero que se le va a hacer...

Para despedir la semana, una vez recuperado del golpe en la rodilla, el viernes, a pesar de la cena de kintos de la noche anterior, salimos con la bici, eso si, por la tarde y a rodar un poquito, bueno, a rodar algunos, otro, o sea yo, a esforzarme por seguir el ritmillo que llevamos, ritmo que se aguanta en llano, pero que en las cuestas... pues eso que cuesta.

29 km en hora y media y a descansar; después de la noche anterior y el paseo era la noche perfecta para quedarse en casa y dormir bien que al día siguiente, a pesar de las calabazas de algunos, y las borraccheras de otros que les impedían levantarse, yo tenía que salir a dar la última vuelta. Y lo hice más temprano de lo habitual. A las 9:00 de la mañana quedé con Juan Luis y Roberto para (intentar) subir a Piornal.

Pero... ya sabía yo que no iba a poder, asi que me marqué un objetivo un poco más pequeño, llegar con opciones a Garganta para volver vivo al pueblo. A pesar de llegar a Jarandilla casi con la manada (en la subida solo me sacaron unos metros) me pude dar cuenta de las pésimas condiciones en las que estaba poco antes de llegar a Aldeanueva, donde en la primera pendiente me dejaron a bastante distancia, y es que las piernas no respondían como yo quería. Aquí es cuando uno se da cuenta de lo fácil que es nadar, donde no se nota tanto el peso que llevas encima.

Como pude les di alcance, bueno, más bien, en las bajadas iban frenando para que les alcanzara... Aunque Juan Luis está tan fuerte que frena hasta en las subidas, como la que va a Yuste, donde frenaba y pedaleaba a la vez. En fin... que llegué a Garganta la Olla y cuando los maquinas se tomaron el muesli y empezaron a subir, yo me di la vuelta y regresé al pueblo.

A veces es preferible ir solo que muy bien acompañado, porque aunque tardes más tiempo siempre piensas que vas más rápido que cuando ibas con gente que tiraba de ti, pero claro, con tanto tiempo para pensar llegas a la conclusión que esa sensación es debida a tus pocas referencias: un escarabajo pelotero que cruza la calzada o las señoras mayores que pasean con paraguas llueva o haga sol. Al final 51km en dos horas y media, para luego celebrar la pre-despedida de Alfonso Lastre que no ha querido salir con la bici ningún día.

En fin, hoy ya me he dado una vuelta por mi nuevo pueblo y he hablado con un chico que montaba en bici. Me ha explicado diferentes rutas que hay cerca de aquí, y el miércoles, si nada lo impide haré la primera investigación de la zona. Incluso me ha dicho que los domingos a las 10 quedan unas 30 personas en el polideportivo del pueblo para dar pedales. Esto promete...

3 comentarios:

  1. Espero ke de aki a Agosto des muchos pasos ke el 15 de agosot te espera buen sufrimiento

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  2. Habrá que ir cambiando el gorro de baño por el casco más a menudo...

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